Un otoño plurilingüe
La definición de la palabra otoño en la RAE evidencia su “posible” etimología:
otoño.
(Del lat. autumnus).
1. m. Estación del año que, astronómicamente, comienza en el equinoccio del mismo nombre y termina en el solsticio de invierno.
Si se compara la palabra española otoño con su versión inglesa ‘autumn’ y francesa ‘autumne’, puede notarse la indiscutible similitud en la grafía.
Al remontarse a un análisis más exhaustivo sobre el marco en el cual se inscribe esta estación, se advierte que los romanos consideraban la existencia de dos estaciones, en vez de cuatro: una estación cálida y una estación fría.
Mientras que la segunda estaba compuesta por el invierno, la primera la constituía la primavera, el verano y el otoño. Esta última estación se asociaba con las cosechas. De hecho, para los ingleses había sido llamada ‘harvest’ en un principio, dado que era la época destinada a la cosecha que prepararía a los pueblos para el invierno vecino. Esta actividad tenía relación con la caída de los frutos al suelo.
Es curioso que, más tarde, cuando las urbes comenzaron a tomar supremacía y los ciudadanos se mudaban fuera de la vida del campo, este término, para los ingleses, pasó a llamarse ‘fall’, y con la aparición del Nuevo Mundo, Norte América siguió usando esa voz, pero en Inglaterra cayó en desuso y fue reemplazada por ‘autumn’.
A pesar de todos los caminos que ha tomado el lema otoño, existen otras versiones sobre su etimología. Una de ellas mantiene que, antes de estar en contacto con el latín, esta palabra se había originado con el pueblo etrusco, quienes habitaban la actual región central de Italia: Toscana, Lacio y Umbría.
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